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Reducción de desperdicio alimentario

El futuro …                                               … es hoy

En cada rincón crecen alimentos. En los huertos urbanos no sólo se cultivan verduras, también las relaciones sociales y la biodiversidad.

40 municipios s e iluminan de verde para apoyar la lucha contra el desperdicio alimentario. Cada vez más poblaciones van más allá del acto simbólico y se ponen “manos al Plan de Acción”. Es el caso de Zaragoza que ha desarrollado el Plan de Acción: Desperdicio Alimentario con el que espera lograr el Objetivo 12.3 de la Agenda 2030: “De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”. 

La problemática del desperdicio alimentario es alarmante, ya que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos a nivel global nunca llega a los consumidores. Esta pérdida se origina en diversas etapas del ciclo alimentario, desde los campos de cultivo hasta los estantes de los supermercados. Las frutas y verduras a menudo son descartadas por motivos como la sobreproducción, la reducción de precios, estándares estéticos exigentes y la falta de canales eficientes para su distribución.

Esta situación no solo tiene implicaciones éticas, sino que también contribuye al agotamiento de recursos naturales y al cambio climático, dado que la producción de alimentos requiere una gran cantidad de tierra, agua y energía. Además, el desperdicio alimentario contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero en vertederos, exacerbando los problemas ambientales.

Los ayuntamientos pueden desempeñar un papel crucial en la reducción del desperdicio alimentario mediante la implementación de medidas concretas. Estas incluyen la promoción de programas de educación pública sobre la importancia de la compra responsable, la colaboración con organizaciones que aborden la problemática desde todos los puntos de la cadena, como redistribución de alimentos no vendidos a través de bancos de alimentos

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) respaldan la necesidad de abordar esta problemática a nivel local para lograr un impacto sostenible y significativo en la reducción del desperdicio alimentario.

¿Qué puede hacer tu ayuntamiento?

Crear un plan de Acción con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos, promover una transformación en los hábitos y prácticas a lo largo de la cadena alimentaria, así como estimular la economía social para la recuperación, transformación, comercialización y utilización de alimentos.

Caso de éxito: Plan de Acción: Desperdicio Alimentario del Ayuntamiento de Zaragoza.

Incluir en las cláusulas de contratación el requerimiento de que las empresas subcontratadas de la cadena alimentaria deberán contar con un plan de prevención de desperdicio de alimentos para que, a partir de un autodiagnóstico, adopten medidas para minimizar las pérdidas.

Fomento de la Economía Circular y local en el sistema alimentario reciclando materia orgánica y obteniendo fertilizantes para su aplicación en la producción primaria, parques y jardines. 

Caso de éxito, Agrocomposta en Madrid.

Establecer alianzas con supermercados, restaurantes y productores para implementar estrategias que reduzcan el desperdicio en todas las etapas de la cadena alimentaria.

Promover la venta de productos cercanos a su fecha de vencimiento a precios reducidos para evitar su descarte.

Implementar regulaciones que fomenten prácticas sostenibles en la gestión de alimentos y establecer políticas para reducir el desperdicio en eventos municipales.

Restricciones al Descarte de Alimentos Utilizables: Establecer normativas que prohíban o limiten el descarte de alimentos aún aptos para el consumo por parte de establecimientos de alimentos, como supermercados y restaurantes.

Incentivos Fiscales para Donaciones: Ofrecer incentivos fiscales a establecimientos que donen alimentos no vendidos a organizaciones benéficas o bancos de alimentos, promoviendo la redistribución en lugar del descarte.

Requisitos de Información: Exigir a los establecimientos de alimentos que proporcionen información sobre sus prácticas de gestión de desperdicio alimentario, fomentando la transparencia y la rendición de cuentas.

Educación y Capacitación Obligatorias: Implementar programas obligatorios de educación y capacitación para los empleados de la industria alimentaria sobre la reducción del desperdicio y prácticas sostenibles.

Políticas de Compra Responsable: Promover políticas de compra responsable en eventos municipales y servicios públicos, evitando el exceso de alimentos y garantizando la gestión adecuada de los excedentes.

Gestión de Residuos Orgánicos: Implementar programas de gestión de residuos orgánicos, como la recolección selectiva de desechos alimentarios para compostaje comunitario.

Dar a conocer, entre los diferentes sectores de población (hogares, hostelería y restauración, comercios, mercados, comedores colectivos, etc), los datos existentes sobre el desperdicio alimentario en nuestra ciudad así como las repercusiones sociales, económicas y ambientales asociadas e impulsar buenas prácticas para su disminución. 

Concienciar sobre la necesidad de reducción de desperdicio alimentario y redistribución de alimentos, a todo el personal municipal y especialmente a todos los servicios municipales que gestionen espacios o equipamientos relacionados con la alimentación.

Desarrollan campañas de sensibilización sobre la importancia de redirigir los excedentes de alimentos hacia la donación en los Merca-ciudad (plataformas de distribución, comercialización, transformación y logística de alimentos frescos).

Impulso a proyectos e iniciativas emprendedoras de aprovechamiento de excedentes. Proyectos sociales que recuperan alimentos (fundamentalmente frescos) que ya no se van a consumir, para su transformación de manera que puedan ser comercializados o para ponerlos al servicio de puntos de reparto de alimentos

Estudiar la creación de una entidad de economía social para la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión para la recuperación de alimentos, su transformación, posterior comercialización o uso.

Establecer colaboración y apoyos con los Bancos de Alimentos. 

Abrir procesos participativos para que las propuestas atiendan a las inquietudes y necesidades del vecindario.

¿Qué puedes hacer tú?

Busca si en tu municipio existe algún colectivo u organización afines a esta idea. 

En caso de no existir puedes crearlo desde cero. Rellenando este formulario te pondremos en contacto con las personas de tu municipio para que comiences la travesía. Tanto si eres una persona física o una organización, puedes rellenar el formulario para enriquecer la red social.

Refleja las ventajas a nivel social, ambiental y económico de la propuesta

Recuerda a tu ayuntamiento sus obligaciones reflejadas en el  PNIEC y la Ley 7/2021, de cambio climático y transición energética.

Explica que otros ayuntamientos ya lo están haciendo

Exige que lleven vuestra propuesta al pleno del ayuntamiento

En pequeños y medianos ayuntamientos tiene mayor impacto una conversación que un escrito. 

Solicita con el grupo “Regenera_tu localidad” una reunión con la alcaldía o concejalía del área y pide que lleven vuestra propuesta al siguiente pleno del ayuntamiento. 

Súbete la aplicación too good to go y compra en los comercios de proximidad productos más baratos y que iban a ser descartados.

¿Cómo se paga?

El PERTE Agroalimentario busca, entre otras medidas, Impulsar el desarrollo de una economía circular y a reducir el impacto ambiental del sistema agroalimentario, fomentando un uso eficiente de los recursos naturales y la energía en la producción de alimentos, adoptando medidas en materia de transporte, almacenamiento, envasado y desperdicio de alimentos.

Para Profundizar

Noticias

El sector alimentario prevé que la ley contra el desperdicio de comida verá la luz a finales de 2024: Una noticia que informa sobre la futura ley contra el desperdicio de comida.

Seminarios online

Guías

Guía de buenas prácticas frente al desperdicio alimentario: Una guía del Gobierno de Aragón y ECODES que proporciona claves para frenar el alto porcentaje de alimentos que no llegamos a consumir.

Guía para la implantación de un plan de prevención y reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario en las empresas agroalimentarias: Un manual de la Generalitat de Catalunya, que proporciona una propuesta de cómo prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario en las empresas agroalimentarias.

Enabling a legal environment for the prevention and reduction of food loss and waste (Habilitar un entorno legal para la prevención y reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos). Informe de la FAO que describe un conjunto de medidas regulatorias clave a nivel nacional que contribuyen a un entorno propicio para la prevención y reducción de las PDA en todas las etapas de la cadena de suministro de alimentos bajo un enfoque de sistema agroalimentario.

Podcast

Too Good To Go: cómo comunicar el desperdicio alimenticio: Un podcast que habla sobre los retos de comunicación de Too Good Too Go, una empresa con un objetivo sostenible.

La alimentación sostenible y el desperdicio alimentario centran el nuevo podcast de la serie ‘Algorrritmes UPC’: En este podcast, Anna Gras, profesora e investigadora de la EEABB de la UPC, nos adentra en el mundo de la alimentación sostenible, el desperdicio alimentario y la agricultura del futuro.

Videos

7 documentales sobre el desperdicio alimentario: Una lista de documentales que tratan esta problemática desde diferentes perspectivas.

Efectos secundarios:

Conservación de Recursos Naturales: La disminución del desperdicio alimentario implica un uso más eficiente de recursos como agua, tierra y energía, contribuyendo a la conservación de estos recursos valiosos.

Mejora de la Calidad del Suelo: La implementación de medidas contra el desperdicio alimentario, como el compostaje, enriquece el suelo, mejorando su estructura y fertilidad.

Apoyo a la Seguridad Alimentaria: La redistribución de alimentos no vendidos a través de bancos de alimentos ayuda a abordar la inseguridad alimentaria, proporcionando alimentos a personas en situación de vulnerabilidad.

Fomento de la Economía Local: La implementación de medidas contra el desperdicio alimentario puede impulsar la economía local al apoyar la creación de empleo en iniciativas de cosecha, procesamiento y venta de excedentes y gestión de residuos.

Construcción de Comunidades Más Resilientes: Al reducir el desperdicio alimentario, se fortalece la resiliencia de la comunidad, ya que se promueven prácticas sostenibles y se crea conciencia sobre la importancia de la gestión responsable de alimentos.

Ahorro para los Consumidores: La disminución del desperdicio puede llevar a una oferta más eficiente y precios más estables, beneficiando a los consumidores con opciones más asequibles y menos fluctuaciones en los costos de los alimentos.

Imagen Positiva para la Ciudad: La adopción de medidas contra el desperdicio alimentario mejora la imagen de la ciudad al mostrar un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social, atrayendo inversiones y turismo sostenible.

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